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Conozca muchos de los contaminantes del aire que afectan al Área de la Bahía.
La deposición ácida es un término general para una mezcla de precipitación húmeda y seca inusualmente ácidas (como lluvia, nieve, neblina y niebla ácidas). La deposición ácida se considera un problema ambiental grave y ocurre cuando las emisiones de dióxido de carbono, dióxido de azufre y óxidos de nitrógeno reaccionan con moléculas de agua en la atmósfera y crean compuestos ácidos.
En Canadá y Escandinavia, la lluvia ácida ha matado poblaciones de peces y más especies acuáticas en muchos lagos pequeños, y el smog ácido fue responsable de varios miles de muertes en Londres en 1952. California tiene menores emisiones de óxidos de azufre que otras partes del mundo, así que la fuente primaria de lluvia ácida aquí es el ácido nítrico que proviene de las emisiones de vehículos automotores.
El monóxido de carbono es un gas inflamable, invisible y sin olor que puede ser peligroso para la salud humana en altas concentraciones, sobre todo en interiores con poca ventilación.
Casi el 70 % del monóxido de carbono del Área de la Bahía proviene de vehículos automotores. Una cantidad importante proviene también de la quema de madera en chimeneas y estufas de leña. Se han establecido controles estatales y federales sobre autos nuevos y sobre la temporada de quema de madera para evitar que el monóxido de carbono llegue a niveles dañinos. El Área de la Bahía no ha excedido el estándar nacional ni el estatal para el monóxido de carbono en varios años, y está formalmente reconocida como un área que cumple los niveles de monóxido de carbono.
El ozono a nivel del suelo (también conocido como smog) se genera a partir de reacciones químicas entre precursores del ozono, óxidos de nitrógeno y compuestos orgánicos volátiles en presencia de la luz solar. Las emisiones de instalaciones industriales y empresas públicas de electricidad, escapes de vehículos automotores, vapores de gasolina y solventes químicos son algunas de las fuentes principales de estos precursores del ozono. Es más posible que el ozono se forme en verano y a principios del otoño en los días soleados, cálidos y sin viento. Respirar ozono puede agravar el asma y otras enfermedades respiratorias, irritar los ojos, reducir la visibilidad y dañar la vegetación.
Los vehículos automotores son los que más contribuyen al ozono en el Área de la Bahía. Se les atribuye más del 50 % de los precursores del ozono de la región. El programa de control de emisiones de vehículos automotores de California, junto con los controles regulatorios del Distrito, ha reducido considerablemente las concentraciones de ozono en el Área de Bahía durante las últimas décadas. Por ejemplo, el estándar nacional de ozono se excedió durante 65 días en 1969, en comparación con solo cuatro días en 2011.
El sulfuro de hidrógeno es un gas venenoso incoloro, con un fuerte olor a huevo podrido que se puede percibir a muy bajas concentraciones. Este gas se produce sobre todo en plantas de tratamiento de aguas residuales y refinerías de petróleo, como consecuencia del refinamiento de petróleo crudo. Daña la pintura, mancha muchos metales y tiene una amplia variedad de efectos sobre la salud. Las regulaciones del Distrito de Aire limitan las concentraciones de sulfuro de hidrógeno a nivel del suelo en el Área de la Bahía.
Los óxidos nítricos son un grupo de gases que se forman cuando el nitrógeno reacciona con el oxígeno durante la combustión, en especial a temperaturas altas. Estos compuestos (incluido el óxido nítrico y el dióxido de nitrógeno) pueden contribuir considerablemente a la contaminación de aire, sobre todo en ciudades y áreas con mucho tráfico de vehículos automotores.
En el Área de la Bahía, el dióxido de nitrógeno se ve como una neblina café. A concentraciones más altas, el dióxido de nitrógeno puede dañar cultivos sensibles, como los de frijol y jitomate, y agravar los problemas respiratorios. La Agencia de Protección Ambiental de EE. UU., la Junta de Recursos del Aire de California y el Distrito de Aire han adoptado medidas para reducir las emisiones de óxidos nítricos. El Distrito de Aire fija restricciones sobre fuentes contaminantes, como las plantas de energía, las calderas, las turbinas estacionarias y los motores estacionarios, y atiende las fuentes de vehículos automotores trabajando para cambiar los hábitos de la gente al conducir.
Los compuestos orgánicos, como los hidrocarburos, se liberan cuando se queman combustibles o material de desecho orgánico. También los emiten productos de consumidores como los aerosoles, y la evaporación de pintura, tinta, disolventes y gasolina. Algunos compuestos orgánicos son tóxicos, como el benceno, el formaldehído y la acroleína. La exposición a estos compuestos tiene importantes efectos para la salud, como riesgo de desarrollar cáncer o enfermedades crónicas de pulmones, hígado y riñones, e irritación aguda de los ojos y las vías respiratorias.
Los compuestos orgánicos son contaminantes del aire muy importantes, porque reaccionan con óxidos de nitrógeno en presencia de la luz solar y forman ozono (smog). El Distrito ha adoptado más de 50 reglas para controlar las emisiones de compuestos orgánicos de operaciones como la producción y el refinamiento de petróleo, las operaciones de recubrimiento y la fabricación de semiconductores. El Distrito también estableció el programa de Evaluación de Riesgo del Aire en la Comunidad para identificar las ubicaciones con altos niveles de emisiones tóxicas y poblaciones sensibles, y está trabajando para reducir las emisiones en dichas áreas.
La materia particulada es un contaminante complejo compuesto de una combinación de pequeñas partículas presentes en el aire que varían en tamaño y volumen (ultrafinas, finas y gruesas), en estado físico (sólidas o líquidas), en composición química, en toxicidad y en la forma en que se comportan en la atmósfera. Estas partículas se originan a partir de una gran variedad de fuentes naturales y provocadas por el hombre, como la combustión de combustibles fósiles, la refinería de petróleo crudo, la quema de madera y la cocina residenciales, los incendios, los volcanes, la sal de mar y el polvo. Debido a que son tan pequeñas, estas partículas pueden superar las defensas naturales del cuerpo y penetrar de manera profunda en los pulmones, el torrente sanguíneo, el cerebro, y otros órganos vitales y células individuales. Los estudios de salud han mostrado que la exposición a la PM puede tener una amplia variedad de efectos negativos sobre la salud, incluidos el asma, la bronquitis crónica, la insuficiencia del desarrollo pulmonar en niños, los infartos, los accidentes cerebrovasculares y la muerte prematura.
Durante el invierno, la quema de madera residencial es la mayor fuente de PM en el Área de la Bahía. Aunque el Distrito ha hecho un progreso significativo en la reducción de los niveles generales de PM a través de su regla de quema de madera y otras medidas, aún es el contaminante más peligroso del aire en el Área de la Bahía, en términos de efectos sobre la salud.
La calefacción y la quema de combustibles fósiles (como el carbón y el petróleo) liberan el azufre que hay en estos materiales. En áreas donde se utilizan grandes cantidades de combustibles fósiles, los óxidos de azufre pueden ser un problema importante de contaminación del aire.
El tipo más común de óxidos de azufre es el dióxido de azufre. Esta sustancia puede reaccionar con el oxígeno para formar trióxido de azufre, que puede generar neblina de ácido sulfúrico en presencia de humedad. Estos contaminantes pueden dañar la vegetación y afectar negativamente la salud de humanos y animales.
En el pasado, los óxidos de azufre eran un problema en el Área de la Bahía, sobre todo cerca de las grandes refinerías de petróleo y las plantas químicas del condado de Contra Costa. Sin embargo, el Distrito ha controlado las emisiones de estas fuentes desde 1961, y no se han registrado excesos de emisiones de compuestos de azufre desde 1976, a nivel estatal y federal.
Last Updated: 03/08/2023